Es complejo porque se suelen entremezclar tres aspectos distintos:
1. Religión. El judaísmo es una religión, los judíos somos los practicantes o creyentes de la religión judía. Igual que los cristianos son los creyentes del cristianismo, los musulmanes los creyentes del islam, etc. Y sin embargo, hay judíos que no cumplimos con las leyes religiosas, ni creemos que Moisés las recibió de Dios en el Sinaí. No se puede definir al judaísmo sólo desde el aspecto religioso.
2. Grupo étnico. Somos judíos, los hijos de judíos, estamos unidos por vínculos de sangre, lazos familiares a gran escala, es decir: somos un grupo étnico. Pero basta darse una vuelta por cualquier ciudad de Israel para echar por tierra cualquier definición que se base sólo en el aspecto étnico. De un vistazo vemos judíos caucásicos, eslavos, africanos, etc. Judíos de todos los tamaños y colores, de todos los orígenes étnicos.
3. Nación. Los judíos somos un pueblo, una nación. Así nos llama la Biblia: El Pueblo de Israel. Una nación es un grupo de personas que tienen en común una historia, una cultura, una lengua, un origen étnico y geográfico. Sin embargo, durante siglos los judíos no vivimos en un territorio común, ni hablamos la misma lengua. La mayoría de los judíos aún viven fuera de Israel y no hablan hebreo. Y no todo el que vive en Israel o habla hebreo es judío. En cuanto a la cultura en común, no del todo, son enormes las diferencias culturales entre los judíos de distintas procedencias y distintas corrientes.
Creo que es un error intentar definir quién es judío basándose exclusivamente en uno de los tres aspectos. Algunos judíos caen en el absurdo de definirse nacional y culturalmente, alienando por completo el aspecto religioso. Si bien la cultura judía y la religión judía no son sinónimos, están estrechamente relacionadas, no tiene sentido negar ese vínculo. Otros judíos caen en el absurdo de definir quién es judío ateniéndose a las más rigurosas interpretaciones de la ley religiosa medieval. Pasando por alto que en todas las épocas se ha unido gente a nuestro pueblo en forma más flexible, empezando por Ruth, la abuela del Rey David. Leyes que tomadas a rajatablas llevarían al sinsentido de considerar como judío a quien se convierte a otra religión por propia voluntad, incluso a sus descendientes por vía materna por infinitas generaciones.
¿Quién es judío? La respuesta está en algún lugar del área del triángulo que forman esos tres puntos: religión, grupo étnico, nación. Y no es un triángulo equilátero.