viernes, 18 de marzo de 2011

Crónica de un terremoto anunciado

Corría el año 201?, cuando un terremoto de más de 6 grados en la Escala Richter azotó a Israel dejando a miles de muertos y heridos, decenas de miles perdieron sus hogares. El epicentro del terremoto fue en algún punto a lo largo de la Falla Sirio-Africana y afectó a Israel, Palestina, Jordania, sur del Libano y Siria.

La mayoría de los edificios en Israel resistieron el embiste, pero varios cientos de miles edificados antes de que se implementaran las regulaciones de 1980, se desmoronaron por completo o sufrieron severos daños, entre ellos varios edificios públicos, incluyendo escuelas y hospitales. La mayor catástrofe le tocó a Haifa por las explosiones de las industrias químicas situadas en plena ciudad, tras las filtraciones de peligrosos materiales tóxicos hubo que evacuar toda el área de la Bahía de Haifa.

Los enemigos de Israel festejaron la desgracia Israelí, justo castigo de Alá. No mitigaron su alegría las aldeas árabes israelíes y las ciudades palestinas construidas irregularmente sin planificación ni inspección, que quedaron hechas escombros.

En la televisión los expertos explicaron que la tragedia ya era previsible, que Israel se encuentra justo en el límite entre dos placas tectónicas. Contaron sobre el terremoto de 1927 que dejó unos 300 muertos entre una población 20 o 30 veces más pequeña. Contaron sobre el terremoto de 1837 y los demás grandes terremotos que se suceden cada 80 a 100 años, o al menos de los que tenemos registro.

Los ciudadanos dolidos y furiosos reclamaron al gobierno, por qué no tomó las medidas de precaución necesarias para limitar el alcance del desastre. Por qué no mandó a las fábricas a mudarse fuera de las ciudades, no reforzó más edificio públicos, no inspeccionó mejor la construcción privada. Cómo es que no corrió la voz de alarma con las imágenes de devastación que dejaron los sismos en Haití, Chile, Nueva Zelanda y Japón. Los gobernantes negligentes de turno echaron la culpa a los gobiernos negligentes anteriores.

Los rabinos explicaron que fue un castigo de Dios por la homosexualidad, el laicisismo, o cualquier otro mal según cuál rabino. Propusieron hacer lo único que le queda a quien no sabe prevenir y actuar a tiempo: rezar.

2 comentarios:

  1. ¡Eh! ¿Pero vos qué querés? ¿Gobiernos previsores que no piensen exclusivamente en el corto plazo y en las medidas que con toda seguridad puedan dar un rédito electoral? Sos un loco subversivo. Es más, si hay un terremoto en Israel en los próximos años, la culpa va a ser tuya por haberlo "llamado" con este post. ¡Pájaro de mal agüero!

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  2. Para todas las desgracias pasadas, presentes y futuras nuestro querido Ovadia Yosef ya ha determinado su causa: profanación de Shabat.

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