viernes, 19 de marzo de 2010

Los medios y los derechos humanos

Hace un par de semanas asistí a un panel sobre el tema de los medios masivos de comunicación y los derechos humanos, evento organizado por el gremio de estudiantes de la Universidad Hebrea en el marco de la Semana de los Derechos Humanos. Los tres panelistas dijeron cosas muy interesantes:

Primero habló Nitzan Horowitz, Miembro de la Knesset por el partido Meretz, ex-periodista que estuvo a cargo de la sección de asuntos exteriores en el Canal 10. Habló de la importancia de la libertad de prensa para evitar la violación de derechos humanos. Señaló una relación directa entre el grado de atención de la prensa internacional a las zonas de conflicto y la protección de los derechos humanos en dichas zonas. Puso como ejemplo a Rwanda, cuando la prensa dejó de interesarse por lo ocurrido allí se reanudaron las masacres. Reconoció que hay una mayor atención de la prensa internacional a Israel que a otras zonas de conflicto, lo cual para él no debería ser motivo de queja. Según él las autoridades israelíes ponen trabas al trabajo de los periodistas, sobre todo a los extranjeros pero también a los locales, una peligrosa tendencia que va en aumento. Dijo que la libertad de expresión está bajo constante amenaza, aunque dio como único ejemplo un proyecto de ley que no salió, proyecto que pretendía reducir de cincuenta a cero la cantidad máxima de manifestantes que pueden salir con pancartas en espacios públicos sin tener que coordinar antes con la policía. Le pregunté si ni siquiera casos como el periodista que publicó en Suecia el libelo sobre el robo de órganos de palestinos a manos de soldados israelíes, ameritan algún tipo de restricción. Su respuesta fue que no, contra las calumnias no se puede hacer nada más que demandas a posteriori. Añadió que no es cierto que la prensa internacional tenga una tendencia anti-israelí, muestra la realidad "tal cuál es". Con eso último me decepcionó, me quedé con las ganas de contestarle que en la primera clase de "Comunicación y Periodismo" enseñan que es imposible "mostrar la realidad tal cual es", toda noticia es necesariamente editada, enmarcada, etc.

Luego habló Gadi Wolsfeld, profesor de los departamentos de "Comunicación y Periodismo" y "Ciencias Políticas". Expresó una visión muy pesimista sobre la capacidad de los medios masivos de influir en favor de los derechos humanos en las democracias occidentales. Explicó que los medios se dedican a cubrir "acontecimientos" más que "procesos". Asuntos como los derechos humanos o la pobreza son procesos y por lo tanto quedan por fuera del espectro, salvo cuando se produce algún acontecimiento de valor sensacionalista. Aún en los pocos casos que una organización de derechos humanos logra captar la atención de la prensa, para a través de ella influir sobre los políticos y su toma de decisiones (ej: cancelar la deportación de niños hijos de inmigrantes ilegales), esa atención dura un tiempo muy limitado. Los periódicos más serios que no mezclan información y entretenimiento, que se dedican a esos procesos en profundidad y no sólo como sensacionalismo, pierden lectores y se les hace difícil (cuando no imposible) subsistir económicamente. Tampoco las nuevas tecnologías son de gran ayuda, la televisión y la prensa impresa siguen siendo los medios masivos que influyen sobre los políticos, los miembros de la Knesset no se dedican a leer la blogosfera. Horowitz acotó que si bien es cierto que él no suele leer blogs, la internet facilita el activismo político, utiliza Facebook, Twitter y demás para convocar a sus seguidores a actos y manifestaciones en forma rápida y efectiva, cosa que en otra época no era posible sin emplear en ello importantes recursos económicos.

Por último habló Elisheva Milikovsky, asistente social y activista por los derechos de los refugiados en Israel del genocidio en Sudán. Contó como la amplia cobertura mediática que recibieron sus actividades, despertó la simpatía de la opinión pública y ayudó a conseguir mejoras en las condiciones de los refugiados y el trato que reciben de las autoridades. Al mismo tiempo, acusó a los medios de propagar prejuicios y calumnias contra los refugiados, reproduciendo en forma poco profesional informes falsos sobre los porcentajes de portadores de enfermedades venéreas y la cantidad de refugiados esperando a entrar desde Egipto.

2 comentarios:

  1. Por qué los medios de comunicación -los cuales están controlados por las grandes corporaciones- deberían promover unos derechos que económicamente hablando serían perjudiciales para las mismas corporaciones que les controlan?

    Si los derechos humanos logran avanzar algún día en el tercer mundo, no será por el empuje de los medios de comunicación occidentales.

    En esto soy pesimista.

    :|

    ResponderEliminar
  2. El libro de Wolfsfeld fue uno de los pilares teóricos de mi tesis de Master. Nunca lo vi personalmente ni hablé con él, pero tiene cosas muy interesantes para decir.

    ResponderEliminar